BWW Interviews: Dani Anglés habla sobre Lluny de Broadway, La Bella y la Bestia, audiciones y más

By: May. 10, 2013
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Daniel Anglés, director residente de la gira de La Bella y la Bestia y fundador de la escuela AULES, se subirá al escenario de L'Auditori de Barcelona el próximo 13 de mayo con su concierto unipersonal Lluny de Broadway.

Creó la compañía 'El Musical Més Petit', con la que ha dirigido y protagonizado Aquest 5 Anys, Jugant a Rodgers o El Somni de Mozart. Estuvo al frente de Merrily We Roll Along como Charlie, también de Rent como Mark, protagonizó Hedwig & The Angry Inch y fue Gringoire en Notre Dame de Paris.

El artista nos cuenta habla sobre su concierto y sobre su carrera como productor, director y actor.

Cuéntanos como surgió la idea de Lluny de Broadway

Tenía muchas ganas de cantar más de lo que estaba haciendo los últimos años, porque los trabajos que surgían como director, como productor... iban sucediéndose, y estaba dejando de lado la faceta de actor y en estos últimos dos años estaba sintiendo la necesidad de volver a los escenarios. Era algo que estaba planeando por mi cabeza, y en diciembre cumplí los 18 años de mi primer debut profesional.

Fue Pinotxo, ¿no?

Si, dirigido por Coco Comyn. Y al ser una mayoría de edad pensé que era algo bonito de celebrar, aunque realmente es solo una excusa para ir y hacerlo. Pero me faltaba ese impulso, y fue la situación perfecta. Con la fecha y decidido a ello me senté delante del ordenador y comencé a preguntar a la gente abiertamente qué tipo de concierto les gustaría ver. Les pedí que me enviaran todo tipo de propuestas - desde las canciones que cantaría hasta cómo sería el concierto, ¡y fue muy divertido!

Me llegaron peticiones de cosas muy variadas, detalles que no había tenido en cuenta, porque la gente ha ido más allá de pedir solo canciones. Me decían si querían que fuera con barba o no, que contara cosas de mi vida, de los castings... y a lo largo de las semanas se fue formando en mi cabeza lo que es el Lluny de Broadway.

Es un recorrido por canciones con estilos, compositores y épocas muy distintas, que tienen como punto en común que pasan por mi filtro, y que responden a mi instinto y a mi situación personal. Incluso material que ya he cantado anteriormente suena muy distinto, porque sacado de contexto cobran una dimensión completamente nueva. ¡Son como spin offs de sus espectáculos originales!

¿Cuántos mails o mensajes recibiste en total?

Casi 200. Muchísimos, impresionante.

¿Y algún tema que nos puedas adelantar?

Hay algunos que son casi como obligados. Todo el mundo sabe que habrá cosas de Rent, de Last Five Years, del primer musical que hice con el Musical Mes Petit... Porque tienen que estar. También me han llegado muchos títulos de musicales, y voy a interpretar canciones de musicales que he dirigido pero que no he hecho como actor. Son canciones que he visto cantar, las he cantado en mi cabeza pero nunca delante del público, y estas cosas creo que van a ser especiales y divertidas. Es darle la vuelta al espectáculo y ponerme en una posición distinta.

Hablando de darle vuelta al espectáculo, ¿cuándo sentiste la necesidad de pasar al otro lado de la escena?

La verdad que nunca han sido decisiones tomadas de manera meditada. Siempre han ido llegando, sin perseguirlo. De hecho, antes de entrar en el mundo profesional, con 15 o 16 años, cuando estaba en el instituto, empecé a dirigir cosas. Eramos un grupo de gente que quería hacer teatro y yo dirigía porque no había nadie que quisiera dirigir.

Estaba acostumbrado a hacerlo, y por eso me salió así de natural cuando comenzamos la compañía de EM+P (el Musical Mes Petit). Con Stage comencé a trabajar como actor cuando era CIE, e incluso antes, cuando era Rock & Pop que es como se hizo Rent y Notre Dame de Paris, y de repente la gente de la empresa me dijo que había visto cosas que había dirigido con mi compañía y me pidió que fuera director residente de un espectáculo. En esta profesión una cosa lleva a la otra, es una secuencia de hechos, y si cambiaras algo en un momento determinado, nada podría ser igual. Todo depende de lo que has hecho antes.

Junto a Joan Vázquez en Off Broadway de EM+P

Eres un buen ejemplo de showman que se autogestiona, autoproduce y autodirige. Tras poner varios espectáculos en pie, ¿de dónde nace la energía para continuar apostando por las obras que haces?

Sale solo de la pasión, de la ilusión, de un sitio bastante naive. Lo hablaba con Pilar Capellades, que nos conocemos desde los 5 años, y hemos hecho cosas juntos toda la vida. Cuando me pongo a hacer cosas con la compañía me sale igual que cuando lo hacía con 15 años en el instituto. Sale de ese impulso tan naive. Después de un espectáculo siempre me sale el Dani reflexivo y maduro, y pienso "Mira lo que te ha costado hacerlo, no voy a volver a poner nada en pie" pero después el niño y la ilusión me arrastran y vencen.

El montar la compañía en su momento nació como necesidad, me hacía falta tener una plataforma donde expresarme de una manera libre y propia, porque una cosa que me aterraba y me sigue aterrando, por lo cual valoro lo que hacen, y respeto, es ese hecho de tener que audiciones y hacer castings, y estar pendientes de que alguien decida, si tu vas a tener trabajo o no, y que tu vida profesional no esté en tus manos. Soy muy consciente de lo que supone y por eso cuando la gente audiciona valoro, respeto y admiro la faceta del actor de ponerte delante del jurado y que a pesar de tus créditos y tus años de experiencia, te tengan que valorar.

Como se que hay cosas que quiero hacer, no puedo estar a la espera de que lo hagan otros. Todo esto ha sido mi motor durante muchos años.

Precisamente una de tus facetas más conocidas es como director de casting. Cuando tienes un actor delante, además de lo que has dicho ¿que valoras en un casting?

Las necesidades que tengo dependiendo del musical, para el espectáculo en concreto. A veces cuando alguien le audicionas para un espectáculo y no le coges no le estás diciendo que sea malo o que no sea valido para este trabajo, sino que para este momento del espectáculo en concreto para el que haces los castings no es el perfil que buscas. Porque nos pasa que siendo el mismo espectáculo, después de meses de rodaje del mismo, las necesidades van cambiando y gente que has tirado en la primera ronda llega a la final en fases posteriores.

Evidentemente, cuenta el sitio y el momento en que se hacen las audiciones, y como no, la predisposición y la energía que llevas a los castings. Si tienes dos personas con las mismas características y las mismas cualidades y una es complicada y de carácter muy difícil, y otra ves que da gusto trabajar con ella y pone las cosas fáciles, te decantas por ese detalle. Esto ocurre en cualquier trabajo.

Justo acabas de volver de dirigir las audiciones de La Bella y la Bestia, que se va a estrenar después de terminar la gira en España, en el Teatro Mogador de Paris. ¿Cómo ha sido el proceso y qué te has encontrado ahí?

Logicamente íbamos buscando lo mismo porque es el mismo musical, los mismos perfiles. La implicación y la profesionalidad son impresionantes. Estamos hablando de Francia, que es un país que culturalmente es de un nivel altísimo, y el nivel de producción es muy alto. Pero tengo que decirte que a nivel artístico el nivel es bastante más bajo que en España. En Francia este tipo de espectáculos están todavía empezando a posicionarse, entonces tienes actores de texto maravillosos, pero están en ese género y no salen, y en musicales, la gran mayoría de los títulos propios que tienen, evolucionan hacia aquellos protagonizados por estrellas del pop y rock, pero no hay perfiles de actores que cante y actúe.

Estas audiciones las has hecho con Stage Francia, y llevas muchos años trabajando con esta empresa. Como profesional del género, ¿qué has aprendido de ellos en todo este tiempo?

El trabajo en equipo, sin duda. Estas producciones tan grandes precisan esa cualidad, tienen una dimensión muy fuerte y hay mucha gente implicada, hay muchas cosas a tener en cuenta, y te permiten tener una visión más empresarial, no desde el punto de vista económico solo, sino como estructura. En Cataluña venimos mucho del teatro que se monta con una compañía, que viene de un equipo en una sala de ensayos, y somos creativos, pero la parte de gestión, de estructura y funcionamiento esta menos desarrollada. Eso es lo que he aprendido de ellos sobre todo, y como se puede dar además, importancia tanto a la parte económica sin descuidar la parte artística, sin que una vaya por delante de la otra.

Que me hayan pedido ir a Francia, con la cantidad de producciones que se han hecho de La Bella y La Bestia, que la primera vez que Glenn Casale no pueda ir a una ciudad, se haya escogido a alguien de aquí, creo que no es un reconocimiento a mi trabajo solo, sino al trabajo que se ha hecho por parte de Stage España durante todos estos años. Aquí hemos hecho las cosas muy bien, es un orgullo que haya sido gente de España la escogida.

Además de productor, director y actor, tienes una de las escuelas punteras en la formación de artistas de Teatro Musical en España, AULES, en Barcelona. ¿Cuál crees que es el futuro de esta profesión y qué rumbo se debería seguir en una época como la que vivimos?

Creo que aunque son inciertos, y para esta industria lo es incluso más, porque no se considera una necesidad vital. Madrid es una de las ciudades que está aguantando mejor, pero en cualquier caso creo que de esta crisis saldremos reforzados. Creo que son procesos en lo que no está bien, lo que no está cuidado y bien hecho desaparece, y sirve de filtro y recoloca las cosas en su sitio.

La apuesta por la calidad es lo único que saca de estas situaciones, ya sea con espectáculos de gran formato o pequeño formato, tanto si vas con dos cantantes y un piano al Off o si montas el Rey León en la Gran Vía. Siempre la calidad por encima de todo, es lo que tienen que hacer todas las empresas, y todos los emprendedores que estamos en teatro musical, y eso es lo que transmitimos a la gente que está en las escuelas. Cada año hay gente mejor formada, el nivel está más alto y la única manera de salir de esto es aumentando el nivel de calidad.

Es una gran conclusión y un objetivo a seguir. ¡Muchas gracias por todo, Dani y mucha mierda en el concierto! Nos lo perderemos aquí en Madrid pero espero que no tardéis en traerlo de Barcelona.

Sin duda, ¡tenemos muchas ganas! Gracias a vosotros.



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